“Pasadía” en las Oficinas de las Medicas"

  

  En las conversaciones de familia, yo me reía con mis tíos y tías. Sus temas de conversación tarde o temprano eran sobre sus problemas de salud. Los medicamentos que tomaban. Y las constantes citas, a los diferentes especialistas. Incluyendo estudios y pruebas de laboratorio. Discutían de forma amena cual medicamento era el mejor. O que efectos secundarios experimentaban. Se aconsejaban, como si fueran médicos, que tratamiento era el mejor. Algunos de esos muy queridos tíos y tías ya no están con nosotros. 


     Después de un incidente que tuve con mi corazón. El cual me permitió una estadía de cuatro días en el Centro Cardiovascular. Mi tema de conversación, en ciertos momentos, me traen a la memoria esas reuniones con mis tíos. Ahora puedo participar ampliamente de los temas “médicos”. No como experto sino como “degustador” de varios medicamentos. Y además, las aventuras, de los paseos a laboratorios  y centros de estudios clínicos.

     Una de esas aventuras fue con mi amada esposa. La acompañe a una clínica del área oeste. El propósito era buscar los resultados de uno de esos estudios. Un “MRI” o algo así. Lo divertido de esto es ver con la complejidad de entregarle al paciente el tan anhelado sobre amarillo. Primero te anotas en una lista. Luego te llaman, por esa lista, le indicas que vas a recoger los resultados del estudio. Muy bien. Te indican que esperes en sala que ya mismo te llaman. En ese momento la empleada se levanta le da unas indicaciones a otro empleado. El busca en unos tablilleros y le entrega a su compañera el sobre amarillo. Todo esto delante de los pacientes.

     La otra empleada que estaba en la ventanilla de al lado, parece que estaba en su “break”. Por la agilidad en que deslizaba sus dedos por su teléfono celular y se reía mientras observaba su aparato “inteligente”. Aproximadamente a los 45 minutos, llaman a mi esposa. Firma el recibo y le entregan su gran sobre amarillo. Mientras los otros pacientes comentan la eficiencia en la manera que entrega  los resultados.
     Y como la diversión no se puede detener. Los resultados hay que llevárselos al especialista que los refirió. Le ayudo a mi esposa con la carga de varios sobre amarillos repletos de imágenes de sus órganos internos. A fin de cuentas, esta es  mi experiencia. Cuando le entregas los sobres al especialista este busca en ellos. Extrae una hoja,  en un párrafo indica el resultado. Puede ser que te refiera a  que te realices otro estudio. En el caso de mi esposa a otro especialista en otra disciplina médica.


     Comenzamos con la planificación de la próxima gira. A buscar ese especialista. Que acepte el plan médico que tenemos. Que el viaje a su oficina no sea tan lejos. Y con suerte, si es para el mes que viene. O esperar varios meses. Y por supuesto, de lo más seguro nos enviara a la realización de algún estudio. Pues, para luego llevárselo.
     El comentario de mi padre a esta narración es simple, me dice: "Porque no estudiantes para médico. Y así avanzas con tus pacientes”. Todos ríen, excepto este que les escribe. Que continúen las “Giras Médicas”.

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