Mi pasión, La Fotografía

Desde pequeño me intereso la fotografía.  Mi madre, me cuenta que de recién casados mi papa, era atraído por la fotografía. Tenía una cámara, de película 35mm. Y que en uno de los cuartos de la residencia estableció un cuarto obscuro, para revelado de sus fotos. Para la época de mi nacimiento, 1968, se vuelve común la fotografía a color. Tal vez por este adelanto en la fotografía mi padre perdió el interés por el revelado en casa. Pues comenzaba a proliferar los establecimientos de revelado de fotos. Los famosos rollos de las cámaras.

Me cuentan mis padres, incursionando en la nueva tecnología de aquel entonces. Adquiere una Kodak 110. De esa si me acuerdo. El rollo de películas era como un cartucho. De las que utilizaban un “flash” en forma de cubo. La cámara tenía un mecanismo, que uno la “cargaba” con una palanquita. Se miraba por el visor, se encuadraba y al presionar el botón, se tomaba la foto. Cada vez que se “cargaba” la cámara el mecanismo hacia girar el “cubito” el “flash”. Este solo se usaba para cuatro fotografías. Luego se desechaba y se colocaba otro. Se adquirían por paquetes. Según mi mejor recuerdo el cartucho el rollo venían de 12, 24 0 36 fotos, generalmente. Luego de completar el rollo se enviaba a revelar. Y se reciban las fotos. Incluyendo la que no servían. Es que no se sabía como había quedado la foto hasta después de revelada. Se pagaba por foto revelada no importando como quedara.

Y como la tecnología no se detiene, Kodak, lanzo una cámara compacta. De rollo 110, más pequeña. . El “flash” era de forma rectangular. Y casi del mismo tamaño de la cámara. Pero era lo moderno. Y se continuaba enviando a establecimientos dedicados a la fotografía para el revelado de las fotos. A causa del auge de estas cámaras, algunos establecimientos de pueblo adquirieron las maquinarias para revelado. Y de ahí el famoso anuncio de: Revelado en 24 Horas. Y si tenías apuro, podías convencer al personal del establecimiento que lo revelara para el mismo día. Mi hermano Francis, comenzó en el mundo laboral en uno de estos establecimientos. Como una nota; Francis es artista gráfico. Y el establecimiento todavía existe, en Camuy, La Fotografía. Claro su actual dueño se a reinventado.

Aun con mi interés por las fotos, este sistema de cámaras no me gustaba, tenía una que papi me regalo (Kodak 110). No le encontraba diversión a tener que rendir las fotos, por el costo del rollo y revelado. Cuando comienzo a trabajar, 1988, me encuentro con un amigo de la infancia, Isaac Rivera. El cual estudiaba fotografía. El logro despertar, nuevamente mi pasión por la fotografía. Isaac es fotógrafo profesional y Sr. Web Developer en Interactive One. http://www.interactiveone.com.  De ahí es que compro una YSHICA F-230, 35mm, con un lente 50mm (f 1.8). (Al jefe de mi hermano, el de La Fotografía). Todavía la tengo y funciona, pero no la utilizo. Y ahí comencé a tomar fotos como “demente”.

De seguro ahora te preguntas y el revelado. Pues te indico. En ese momento surgen unos laboratorios de revelado de rollos, en especial de 35mm, el cual había vuelto de moda. Claro con cámaras automáticas. Se conseguían por doquier unos sobres en el cual depositaba el rollo a revelar. Y un cheque o giro por la cantidad indicada en el mismo sobre. Dependiendo los rollos eran los sellos de correo, y el coto de revelado. En esa misma orden se ordenaban más rollos para tu cámara. Por precios bien económicos. Todavía conservo cientos de fotografías de esa época. Inclusive podías ordenar ampliaciones y “posters”. También los ordené. 

Y como todo tiene su final, decía Héctor Lavoe en una de sus canciones. Se acabo por lo menos para mí el 35mm. Claro con la llegada de las cámaras digitales. De las cuáles adquirí dos. Para que esta historia que comparto contigo no se tan extensa, En el próximo Blog te relato mi salto a la fotografía digital.

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